
El parque

Para los que aman la calma, para los que buscan la furia; para los intrépidos, para los conformistas; para los niños, para los padres; para las parejas, para los rebeldes; para unos y para otros.
Como en aquél spot publicitario, podríamos dirigir nuestro producto hacia todos los públicos.
Del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar impresiona la virginidad de sus playas, de aguas profundas o externas, de colores turquesas o grises, de arenas limpias o rocas. Cientos de parajes a lo largo de más de sesenta kilómetros de costa – la mejor conservada del litoral andaluz- para deleite de todos los gustos. Escoger uno de ellos para ver la puesta de sol no es tarea fácil.


Calzado cómodo, agua y muchas ganas de explorar nuevos paisajes son los únicos ingredientes que se necesitan para descubrir toda una serie de rutas y senderos que nos llevan desde una caldera volcánica hasta un cerro o de una torre hasta un faro. Aunque la noche también es un buen momento para salir a caminar, ¿por qué no ir hasta el Cortijo del Fraile?. Otras muchas excursiones se proponen para todos aquellos que deseen descubrir rincones mágicos del Parque.
El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es uno de los pocos lugares protegidos que aún nos quedan. Es tarea de todos los que en él vivimos y de quienes lo visitan mantener su cuidado y respeto para que evitar que pronto de él sólo queden los recuerdos.
«Yo soy un ciudadano, no de Atenas o Grecia, sino del mundo», Sócrates